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La mayoría de quienes tenemos algún peludo en nuestras vidas lo consideramos parte de nuestra familia y lo amamos como tal, preocupándonos por ellos como lo haríamos por un hijo, y es que el vínculo que se puede desarrollar entre un perro o gato y su cuidador es tan fuerte que no queremos imaginar la vida sin ellos; la cuestión es que el tiempo pasa y con él viene el desgaste progresivo del organismo; a medida que pasan los años tanto nosotros como nuestros peludos nos hacemos más propensos a sufrir de enfermedades asociadas a la edad que pueden ir mermando la calidad de vida.
Entre estas enfermedades están:
- Hernias discales: salida y compresión de los discos que están en la columna vertebral; causa mucho dolor.
- Artritis / artrosis: inflamación o rigidez de las articulaciones; las más afectadas son la cadera, columna, rodillas y codos.
- Espondilosis: crecimiento de hueso entre las vértebras de la columna, causando pinchazos en los músculos y tendones que rodena a la vértebra afectada.
- Alzheimer (Síndrome de Disfunción Cognitiva): perdida de las facultades mentales; se caracteriza por alteraciones de la memoria, la razón y trastornos de conducta.
- Cáncer: esta palabra y su significado todos lo conocemos.
- Entre otras.
Si bien envejecer es inevitable ¿Realmente todos los peludos tienen que desarrollar alguna de estas patologías, o hay algo que podamos hacer para evitarlo?. Afortunadamente la respuesta a esta última pregunta es SI, hay algunas cosas que podemos hacer para ayudar a nuestros peludos a mantener lo mejor posible su capacidad tanto física como mental durante un mayor tiempo y ofrecerles una buena calidad de vida.
Entre esas opciones tenemos:
- Mantener una actividad física regular y adecuada para la edad y condición física de nuestro peludo, así como estímulos mentales (socialización con otros peludos y personas, juguetes interactivos, etc.).
- Cuida su peso. Si está obeso debe comenzar un plan saludable de pérdida de peso; esto es especialmente importante en peludos de tamaño mediano – grande y que tengan problemas articulares; recuerda que el soporte del cuerpo son los huesos y articulaciones, por lo que este exceso empeora esas condiciones.
- Llévalo a su control veterinario un par de veces al año y al menos 1 vez al año realiza exámenes de sangre, esto va a permitir diagnosticar a tiempo cualquier problema y así poder iniciar un tratamiento antes de que la situación empeore.
- Ofrece apoyo nutricional con complementos naturales como:
- Cúrcuma: reduce la inflamación y el dolor articular.
- Aceites de Omega 3: además de tener propiedades antiinflamatorias, también ayudan a mantener las articulaciones, corazón y cerebro sanos.
- Caldo de huesos, patas de pollo: fuentes de colágeno
- Antioxidantes: arándanos, zanahoria, pimientos rojos, etc.
5. Considera mejorar la calidad de la comida ofreciendo alimentación natural o en su defecto casera (asesórate con un especialista que te haga un plan de alimentación equilibrado para cubrir las necesidades de tu peludo).
¡Y finalmente: amalo y disfruta cada día que este a tu lado...!
Autor: Verónica Narváez
Médico Veterinario Especialista en Alimentación Cruda
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